Boeing informó a sus clientes sobre retrasos en las entregas de unidades del 787 mientras prosigue la investigación sobre los problemas eléctricos que tienen esos aviones. Un portavoz de la empresa dijo que la firma sostiene estrecho contacto con sus clientes dentro de la cooperación con las autoridades de aviación de EEUU para lograr que se vuelvan a autorizar los vuelos de ese modelo.

Las autoridades de aviación de Estados Unidos y Japón suspendieron las operaciones del 787 el 17 de enero tras varios incendios eléctricos, aparentemente originados en un nuevo tipo de baterías que incorpora el avión.

Tras esas decisiones, otras aerolíneas internacionales que utilizan el avión anunciaron que también dejarían de volar sus 787.

Boeing suspendió las entregas, aunque no paralizó la producción cuyo ritmo se había incrementado en noviembre a 5 unidades mensuales, que Boeing había previsto subir hasta 10 aviones al mes para finales de este año.

La empresa recalcó que lamenta el impacto de los retrasos en su clientes, pero declinó comentar cuántas unidades o qué clientes están siendo afectados.

Boeing había entregado unas 50 unidades del 787, un avión del que hasta ahora había recibido unos 850 pedidos en firme.

La agencia estadounidense de seguridad aérea (NTSB) y las autoridades de Japón y Francia están investigando las causas de los incidentes., habiendo la NTSB comentado que podrían pasar semanas hasta llegar a una conclusión.

13 de febrero de 2013.-