American Airlines eligió a la Argentina por segundo año consecutivo para grabar sus comerciales institucionales para difundir en todo el mundo. Durante cinco días un mega equipo de producción encabezado por consagrados realizadores de las ciencias audiovisuales de Estados Unidos, filmaron en distintos barrios de Buenos Aires con actores y técnicos americanos y argentinos. Este emprendimiento publicitario que se inició en nuestro país y finalizará en (Shangai) China, tiene un costo aproximado de producción en los Estados Unidos de US$ 250.000 diarios durante los 12 días que durará de rodaje. Serán dos cortos de 30 segundos “The Producer” (El Productor) y “Big Man” (Hombre Grande) para emitirse en octubre. La diversidad de escenarios que ofrecen los distintos barrios de Buenos Aires han servido de inspiración a los directores y creativos para representar aspectos telúricos de algunos sitios turísticos más importantes del planeta. Barracas, La Boca o Belgrano, luego de un trabajo de edición, simularán ser Roma o Barcelona, y a través de la generosidad de la técnica de efectos especiales “cromaqui” el Coliseo Romano o La Rambla catalana podrán lucir de fondo sin despertar la menor sospecha sobre si se filmó en Europa.
A través de la gestión de Sergio Hurtado, director de American en Argentina, Rick Wilbins director de imagen de marca, publicidad e investigación de American Airlines, nos recibió en prestigioso hotel de Puerto Madero donde se grabaron distintas escenas de ambas publicidades.
-¿Qué buscan transmitir?
-Que estamos pendientes de las necesidades de la gente. Nuestro mensaje de los últimos cinco años es “sabemos porque volas”. Optamos por mantener este eslogan porque creemos que el pasajero no vuela porque sí en un avión, sino porque algo importante le aguarda en su destino, familia, vacaciones o negocio. Nosotros lo sabemos y estamos a su disposición para que concrete su objetivo en tiempo y forma placentera. Buscamos transmitírselo con historias enternecedoras o simpáticas que le generen una sonrisa.
-¿Qué tienen que lograr para que el trabajo sea exitoso?
-Nuestro objetivo está cumplido si logramos que la gente se vea identificada con los personajes del comercial, que piensen ‘eso me puede suceder a mi, ese soy yo’. Uno de nuestros cortos publicitarios más populares fue el de un hombre y un perro y el éxito más allá de la trama del argumento, fue que en Estados Unidos en los hogares suelen haber mascotas y muchos se vieron reflejados en la pantalla. American Airlines hace uno o dos comerciales por año para expresar al público el espíritu de la compañía ‘sabemos que existen y son parte de nosotros’. Queremos que nuestra publicidad los ayude a recordar y ponerle una sonrisa en los labios aun cuando no están volando con nosotros.
En un impás de la grabación, también logramos el testimonio de Jim Jenkins, uno de los más reconocidos directores del cine publicitario en Estados Unidos, varias veces laureado con importantes premios en su haber y más de 400 comerciales realizados. Jim se destaca por su ductilidad para la elección de escenarios que luego de la edición de las imágenes pueden verse como el sitio menos pensado del planeta.
-¿Por qué eligieron la Argentina?
-En la Argentina encontramos un ambiente amigable para filmar, con alto grado de profesionalismo con técnicos y realizadores acostumbrados a desempeñarse en producciones variadas. Si bien reducir los costos siempre es importante, y aquí cumplimos con ese fin, sabemos que no se puede ir a un país con poca experiencia cinematográfica o en la realización de comerciales y salir con un buen producto. En el equipo de tareas somos más de 100 y no podemos permitirnos que el trabajo salga mal.
Necesitamos gente que esté enfocada en el detalle y Buenos Aires tiene esa calidad de producción, esa calidad de profesionales.
-Muchos asocian a Buenos Aires con ciudades europeas.
-La Argentina tiene mucho sentimiento europeo, y por varios motivos nos facilita la tarea. Filmé en Río y Río, es Río, Buenos Aires se presta para que sea Barcelona, Roma, Moscú, Caracas… distintas ciudades. Tienen una población cosmopolita con diversidad de razas, el argentino tiene un rostro más universal.
¿Cómo se logra trasmitir una historia en 30 segundos?
-Desde el inicio es muy importante el rol de la compañía de publicidad que entrega un producto muy bien pensado y estructurado. Yo no puedo tomar seis ideas y hacer un anuncio, yo puedo tomar una idea. Parece simple o fácil de decir, pero muchos de los comerciales que fracasan son porque tratan de transmitir varios mensajes al mismo tiempo. Otros de los secretos es que no importa que divertido lo hagas o que bien hecho esté, lo importante es que el mensaje sea verdadero, genuinos, si no es verdad lo que trasmites la gente no lo acepta.
-¿En que se fundamenta el contenido de ambos comerciales?
-En “The produce” El Productor, el mensaje es, que no importa cual es la presión laboral con que suben a nuestros aviones los pasajeros, o lo complicados que puedan ser los negocios a realizar, viajando en American Airlines estará en buenas manos. En “Big Man” Hombre Grande, se trata de una historia de un basquetbolista y su representante donde prevalece el toque de humor y el mensaje a transmitir es el esmero de la compañía por la atención a sus clientes.
-¿Qué etapa de producción es la más laboriosa?
-Lo que más tiempo nos lleva es seleccionar a los actores, recorrimos nueve ciudades diferentes, donde buscamos que además de sus condiciones histriónicas, reúnan fundamentalmente las características de los personajes en cada caso.
-¿Cómo graban en la cabina de un avión?
- Es imposible. No se puede filmar dentro de un avión si se pretende un trabajo de excelencia. Lo que en American hacemos, es reconstruir el interior a través de una escenografía que parezca una maqueta gigante y el aspecto no difiere con el interior de un avión.
Dejamos el Hotel Sofitel en pleno trabajo de producción. Nos fuimos con la intriga del resultado final. En menos de dos meses los podremos ver por las cadenas de noticias CNN o ESPN o viajando por American Airlines. Tenemos una muy buen excusa para inclinamos por esta última opción.
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